En un entorno donde reina la calma, a escasos metros del campo de golf, se encuentra este bungalow pareado que combina el confort de lo práctico con la calidez de lo auténtico. Forma parte de la cuidada urbanización Paradise Golf, un espacio donde la vida fluye con otro ritmo, más natural, más lento, más tuyo.
Al llegar, un jardín privado te recibe con la posibilidad de aparcar cómodamente. Desde ahí, la casa te envuelve poco a poco: en la parte trasera, un porche con barbacoa se abre hacia el salón principal, donde una chimenea marca el tono acogedor de los días de invierno y las noches de conversación.
En la planta baja, una habitación ideal para invitados o como despacho creativo, un aseo con ducha, y una cocina conectada a una galería luminosa hacen que el día a día sea funcional, fluido y lleno de posibilidades.
En la primera planta, dos dormitorios con armarios empotrados ofrecen refugios personales: uno con balcón orientado para disfrutar del atardecer; otro con terraza privada perfecta para leer, tomar el sol o simplemente no hacer nada. Un baño completo da servicio a esta planta con amplitud y claridad.
Y en la última altura, un solárium con vistas despejadas se convierte en tu rincón favorito: aquí todo se detiene. Ya sea al amanecer con el primer café o al anochecer con el cielo estrellado, es un espacio para reconectar.
La vivienda ha sido recién pintada y está lista para entrar a vivir sin reformas ni esperas. La urbanización cuenta con piscina comunitaria, zonas verdes y un ambiente que invita a quedarse.
Una casa que no solo se habita. Se siente. Se vive. Se recuerda.