Imagina llegar a casa y que el mundo se detenga.
En una parcela de más de 1.200 m² en la huerta de Orihuela, esta vivienda de 146 m² construidos te ofrece todo lo que una familia necesita para vivir todo el año en calma y plenitud. Al cruzar el porche delantero, el silencio del campo y el canto de los pájaros te reciben como un ritual diario. Huele a naturaleza viva, a tierra mojada cuando llueve, a hogar verdadero.
La casa cuenta con tres habitaciones, perfectas para el descanso y el recogimiento. Una de ellas con baño en suite, creando un pequeño oasis privado dentro del refugio. La cocina es independiente, luminosa y práctica, ideal para preparar comidas que se disfrutan luego en el gran salón comedor, con techos altos y chimenea: el corazón cálido de la casa.
En los días de lluvia, ese salón se convierte en un refugio íntimo; en los días de verano, la vida se traslada al exterior: piscina privada, barbacoa, árboles que dan sombra y alma, doble porche (delantero y trasero), y espacio cubierto para aparcar. Todo pensado para compartir, celebrar o simplemente estar.
Esta no es una casa más. Es un lugar que te acoge, que te escucha, que te invita a una vida más natural, más familiar, más tuya.
¿Y si este fuera el lugar donde por fin todo encaja?
Ven a sentirlo. Camina por su tierra, enciende su chimenea, escucha el silencio.
Porque algunas casas no se miran, se viven.
Contáctanos y da el primer paso hacia tu refugio.